viernes, 17 de diciembre de 2010

El invasivo

Fui a la librería a comprar varillas para hacer un barrilete que le pidieron a los nenes en el colegio. Las varillas eran de madera y venían flameando mientras las sostenía a pulso para que no se escapen. En eso me cruzo a un tipo que, de pasada y acercándose, me dice "Qué pasa mamita?, me vas a castigar?, mmmmmmmmm" y sí, ganas no me faltaban, pero si le partía las varillas en la cabeza tenía que volver a la librería a comprar otras, y no me da la gana. Igual, lo que me dejó pasmada, es que tres maderitas locas inspiren esos ratones masoquistas en medio de la calle, que el tipo invada mi espacio personal con sus morbos, y que para colmo de males este tipo de avances callejeros, burdos, agresivos, asquerosos, estén naturalizados. Un botón de muestra, de los tantos de cientos, de cientos ... 


Paz & Love

Para entrar y salir de las estaciones de servicio hay que cruzar la vereda con el coche. Por las veredas pasan peatones. Venía un hombre caminado por la vereda y una señora apurada, quiso salir a los tiros de la estación de servicio con tan mala suerte que se le interpuso accidentalmente éste señor "La concha de tu hermana cuatro ojos!!!" -el tipo tenía anteojos- dijo la señora pese a que la prioridad de paso la tiene el peatón ... "Andate al carajo petisa de mierda!!" le contesta el peatón sobresaltado. Viva la convivencia pacífica, vivan los anteojos y las petisas ... cada día nos amamos más, tal vez con una buena dosis de rivotril mañana sea un día mejor ...

La manzana de Blancanieves

Un viejito de la calle estaba sentado en el escalón de un negocio sin hacer nada. Entonces pasa una señora que venía del mercado, con la bolsa de los mandados llena de cosas. Se ve que en un rapto de solidaridad empática se apiada del viejito, que está muy flaco -y sucio si es por dar detalles- y va y le da una manzana. El hombre agarra la fruta sin mirarla y mientras la deja en el piso dice muy clarito: "LA-PU-TA-MA-DRE-QUE-TE-PA-RIÓ". No sé cómo lo habrá tomado la mujer, pero a mi me se me ocurrió que la manzana estaba embrujada, y creo que el viejito, ese día, no necesitaba el hechizo.